Sistema biliar, funciones y anomalias.


Anatomía del sistema biliar:
El sistema biliar consta de órganos y conductos (conductos biliares, vesícula biliar y estructuras asociadas) que participan en la producción y transporte de la bilis.
  • El transporte de la bilis sigue esta secuencia:
    1. Las células del hígado segregan la bilis que es recolectada por un sistema de conductos, los cuales a su vez confluyen en los conductos derecho e izquierdo del hígado.
    2. Por último, estos conductos drenan su contenido en el conducto hepático común.
    3. El conducto hepático común se une después con el conducto cístico de la vesícula biliar para formar el conducto biliar común que va del hígado al duodeno (primera sección del intestino delgado).
    4. No obstante, no toda la bilis pasa directamente al duodeno. Aproximadamente un 50 por ciento de la bilis producida por el hígado se acumula primero en la vesícula biliar, un órgano con forma de pera, localizado directamente debajo del hígado.
    5. Cuando se ingieren alimentos, la vesícula se contrae y suelta en el duodeno la bilis acumulada, que ayuda a degradar las grasas.


    Funciones del sistema biliar:
    Entre las funciones principales del sistema biliar se incluyen las siguientes:
    Drenar en el duodeno los productos de desecho del hígado.
    Ayudar a la digestión liberando bilis de forma controlada.
    La bilis es un líquido amarillo verdoso (formado por productos de desecho, colesterol y sales biliares) que segregan las células del hígado, y sus dos funciones principales son las siguientes:
    1º) Acarrear los desechos.
    2º) Degradar las grasas durante la digestión.


    La sal biliar es el componente que posibilita la degradación y absorción de las grasas. La bilis, que se excreta del cuerpo en forma de heces, es lo que hace que éstas tengan color marrón oscuro.

    Anomalias del sistema biliar

    1º) Los Cálculos en la Vesícula Biliar
    Los cálculos se forman cuando la bilis acumulada en la vesícula biliar se endurece y forma un material similar al de las piedras.
    Demasiado colesterol, sales biliares o bilirrubina (pigmento biliar) pueden causar los cálculos.
    La eliminación demasiado lenta de sustancias por parte de la vesícula biliar puede contribuir a la formación de cálculos en la vesícula.
    Cuando los cálculos están dentro de la propia vesícula biliar se habla de colelitiasis.
    Cuando los cálculos están en las vías biliares se habla de coledocolitiasis. Los cálculos que obstruyen las vías biliares pueden producir una infección severa de las vías biliares, el páncreas o el hígado, que incluso puede poner en peligro la vida.
    Las vías biliares también se pueden obstruir por un cáncer o un traumatismo.

    Existen dos tipos de cálculos en la vesícula biliar:
    - Los cálculos de colesterol
    - Los cálculos de pigmentos.

    El ochenta por ciento de los cálculos en la vesícula son de colesterol.
    El tamaño de los cálculos puede ser desde el de un grano de arena o de sal al de una pelota de golf. Una persona puede tener un solo cálculo o varios cientos.

    ¿Cuál es la causa de los cálculos en la vesícula biliar?
    Se cree que los cálculos de colesterol se forman cuando la bilis contiene demasiado colesterol, demasiada bilirrubina o pocas sales biliares, o cuando la vesícula biliar no se vacía como debiera por alguna otra razón.
    Los cálculos de pigmentos tienden a desarrollarse en las personas que padecen cirrosis, infecciones de las vías biliares y trastornos sanguíneos hereditarios como la anemia de células falciformes.
    Las causas de este tipo de cálculos no se saben con certeza.

    ¿Cuáles son los síntomas de los cálculos en la vesícula biliar?
    Al principio, la mayoría de los cálculos no causan síntomas. Sin embargo, cuando los cálculos aumentan de tamaño o cuando empiezan a obstruir las vías biliares, pueden aparecer síntomas o "cólicos".
    Los cólicos biliares suelen aparecer después de comer alimentos grasos por las noches.
    A continuación se enumeran los síntomas más comunes de los cálculos en la vesícula.
    Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente.
    Los síntomas pueden incluir los siguientes:
    · Dolor abdominal que aparece y desaparece.
    · Náuseas.
    · Vómitos.
    · Fiebre.
    · Escalofríos.
    · Ictericia - color amarillo de la piel y de los ojos.
    · Sentirse abotagado.
    · Intolerancia a los alimentos grasos.
    · Eructos o gases.
    · Indigestión.

    Los síntomas de los cálculos en la vesícula biliar pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos.
    Consulte siempre a su médico para el diagnóstico.

    Riesgo de los cálculos en la vesícula biliar:
    - La obesidad es un importante factor de riesgo para los cálculos en la vesícula biliar, sobre todo en las mujeres.
    - El exceso de estrógenos debido al embarazo, la terapia hormonal sustitutiva, o las píldoras anticonceptivas parecen incrementar los niveles de colesterol de la bilis y disminuir la movilidad de la vesícula biliar, y ambas cosas pueden causar cálculos.
    - Predisposición genética a segregar niveles elevados de colesterol en la bilis.
    - Sexo, las mujeres de edades comprendidas entre los 20 y los 60 años de edad tienen el doble de probabilidades de desarrollar cálculos en la vesícula que los hombres.
    - Edad, las personas mayores de 60 años de edad son más propensas a desarrollar cálculos en la vesícula que los jóvenes.
    - Medicamentos que reducen el colesterol de la sangre pueden hacer aumentar el colesterol que se secreta en la bilis lo cual, a su vez, aumenta el riesgo de padecer cálculos.
    - Las personas diabéticas generalmente tienen niveles elevados de ácidos grasos, llamados triglicéridos, que pueden aumentar el riesgo de cálculos en la vesícula biliar.
    - Adelgazamiento rápido, cuando el cuerpo metaboliza la grasa de una persona que adelgaza rápidamente, hace que el hígado segregue una cantidad extra de colesterol en la bilis, lo cual puede causar cálculos en la vesícula biliar.
    - El ayuno reduce la movilidad de la vesícula biliar, causando que la bilis presente una concentración excesiva de colesterol.
    - Los cálculos de pigmentos tienden a desarrollarse en las personas que padecen cirrosis, infecciones de las vías biliares y trastornos sanguíneos hereditarios como la anemia de células falciformes.

    ¿Cómo se diagnostican los cálculos en la vesícula biliar?
    En algunos casos, los cálculos asintomáticos se descubren por casualidad, durante el diagnóstico de otro problema.
  • Sin embargo, cuando el dolor persiste, para diagnosticar los cálculos en la vesícula biliar su médico puede querer realizarle una historia médica completa y un examen físico, además de los siguientes procedimientos diagnósticos:
    · Ecografía (También llamada sonografía.) - técnica de diagnóstico de imágenes que usa ondas sonoras de alta frecuencia para crear una imagen de los órganos internos. Las ecografías se usan para visualizar los órganos internos del abdomen como hígado, bazo y riñones, y para evaluar el flujo sanguíneo a través de varios vasos.
    · Colecistografía (También llamada colecistografía oral o serie de la vesícula biliar.) - serie de placas de rayos X que se toman de la vesícula biliar después de ingerir una tintura especial de contraste que permite la detección de cálculos biliares, colecistitis y otras anormalidades.
    · Exámenes de sangre (para buscar signos de infección, de obstrucción, de ictericia o de pancreatitis).

    2º) La Colangitis
    La colangitis es una inflamación del sistema de conductos biliares, por lo general relacionada con una infección bacteriana.
    El sistema de conductos biliares es un sistema de drenaje que transporta la bilis desde el hígado y la vesícula hasta la zona del intestino delgado llamada duodeno.
    La infección puede ser repentina o de carácter crónico.

    ¿Cuál es la causa de la colangitis?
    Existen varias condiciones que pueden provocar una infección en el sistema de conductos biliares.
    La principal causa de la colangitis es la obstrucción o el bloqueo en alguna parte del sistema de conductos biliares.
    El bloqueo puede ser consecuencia de cálculos, un tumor, coágulos de sangre, estrechamiento producido por un procedimiento quirúrgico, inflamación del páncreas o invasión parasitaria.
    Otras causas incluyen el contraflujo de bacterias provenientes del intestino delgado, una infección sanguínea (bacterioemia) o la consecuencia de un procedimiento de diagnóstico, como el examen endoscópico.
    La infección ocasiona presión por acumulación en el sistema de conductos biliares.

    Analisis clinicos de sangre
    - Recuento de sangre completo (su sigla en inglés es CBC) - mide la cantidad de glóbulos blancos que puede haber aumentado debido a la infección.
    - Exámenes de la función del hígado - serie de exámenes de sangre especiales que pueden determinar si el hígado funciona correctamente.
    - Cultivos de sangre (para determinar si hay una infección en la sangre).

    3º) La Colecistitis
    La colecistitis es la inflamación de la pared de la vesícula biliar y del revestimiento abdominal circundante.
    Por lo general, la colecistitis se debe a la presencia de cálculos en el conducto cístico, que conecta la vesícula biliar con el conducto hepático.

    Otras causas de la colecistitis:
    - Infección bacteriana en el sistema de conductos biliares. El sistema de conductos biliares es un sistema de drenaje que transporta la bilis desde el hígado y la vesícula hasta la zona del intestino delgado llamada duodeno.
    - Tumor del páncreas o del hígado.
    - Disminución de la circulación sanguínea a la vesícula biliar. Esto puede suceder a veces con la diabetes.
    - Sedimentos en la vesícula biliar. Estos “sedimentos” son un material muy denso que la bilis no puede absorber y que, por lo general, afectan a las mujeres embarazadas o a los individuos que han sufrido una rápida pérdida de peso.
    La colecistitis puede producirse de forma repentina o gradual a lo largo de muchos años.

    ¿Cuáles son los síntomas de la colecistitis?
    Un típico ataque de colecistitis dura por lo general entre dos y tres días.
    A continuación se enumeran los síntomas más comunes de los cálculos en la vesícula. Sin embargo, cada persona puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
    - Dolor intenso y repentino en la parte superior derecha del abdomen.
    - Ataques de dolor recurrentes por varias horas después de las comidas.
    - Dolor (que a menudo empeora al respirar profundamente y se extiende a la parte inferior del omóplato derecho).
    - Náuseas.
    - Vómitos.
    - Rigidez de los músculos abdominales del lado derecho.
    - Fiebre moderada.
    - Escalofríos.
    - Ictericia - color amarillo de la piel y de los ojos.
    - Picazón (poco frecuente).
    - Heces blandas y de color claro.
    - Pesadez abdominal.
    Los síntomas de la colecistitis pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos.

    ¿Cómo se diagnostica la colecistitis?
    Además del examen y la historia médica completa, los procedimientos para diagnosticar la colecistitis pueden incluir los siguientes:
    - Ecografía - técnica de diagnóstico de imágenes que usa ondas sonoras de alta frecuencia para crear una imagen de los órganos internos.
    Las ecografías se usan para visualizar los órganos internos del abdomen como hígado, bazo y riñones, y para evaluar el flujo sanguíneo a través de varios vasos.
    - Centellografía hepatobiliar - técnica de diagnóstico por imagen del hígado, los conductos biliares, la vesícula biliar y la porción superior del intestino delgado.
    - Colangiografía - examen de rayos X de los conductos biliares mediante una tintura de contraste intravenosa (IV).
    - Colangiografía percutánea transhepática (PTC) - se introduce una aguja a través de la piel en el hígado donde se encuentra depositado el medio de contraste y las estructuras de los conductos biliares pueden ser visualizadas en una placa de rayos X.
    - Colangiopancreatografía endoscópica retrógrada (ERCP) - procedimiento que le permite al médico diagnosticar y tratar problemas del hígado, la vesícula biliar, los conductos biliares y el páncreas. El procedimiento combina la radiografía y el uso de un endoscopio, un tubo largo y flexible con luz. El endoscopio se introduce por la boca y la garganta del paciente, y luego a través del esófago, el estómago y el duodeno. Luego se pasa un tubo a través del endoscopio y se inyecta un medio de contraste que permite que los órganos internos aparezcan en una placa de rayos X.
    - Tomografía computarizada (También llamada TC o TAC) - este procedimiento de diagnóstico por imagen utiliza una combinación de tecnologías de rayos X y computadoras para obtener imágenes transversales (a menudo llamadas "rebanadas") del cuerpo, tanto horizontales como verticales. Una TC muestra imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo, incluidos los huesos, los músculos, el tejido adiposo y los órganos.
    Las tomografías computarizadas muestran más detalles que las radiografías generales.

  • Tratamiento para la colecistitis:
    El tratamiento específico para la colecistitis será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
    Su edad, su estado general de salud y sus antecedentes médicos.
    Qué tan avanzada está la enfermedad.
    Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
    Las expectativas para la evolución de la enfermedad.
    Su opinión o preferencia.
    El tratamiento de la colecistitis aguda por lo general implica internación en el hospital para reducir la estimulación a la vesícula biliar.
    Para combatir la inflamación, la infección o ambos, lo habitual es la administración de antibióticos.
    A veces, la vesícula biliar se extirpa quirúrgicamente.

    Otras opciones de tratamiento pueden incluir lo siguiente:
    Terapia de disolución oral - medicamentos elaborados con ácidos biliares que se utilizan para disolver los cálculos.
    Medicamentos (para impedir la formación de cálculos en la vesícula).
    Una dieta baja en grasas.
    Tratamiento del dolor.
    El pronóstico general de la colecistitis es favorable. En ciertos individuos, pueden surgir complicaciones si hay otros órganos involucrados. Los cálculos biliares pueden regresar al sistema de conductos biliares después de la extirpación quirúrgica de la vesícula.

    4º) La Cirrosis Biliar / El Cáncer del Conducto Biliar
    La cirrosis biliar es una forma poco frecuente de cáncer de hígado, ocasionada por enfermedad o defectos de los conductos biliares. Por lo general, los síntomas incluyen colestasis (acumulación de bilis en el hígado). Existen dos tipos de cirrosis biliar:
    - 1º) Cirrosis biliar primaria - inflamación y destrucción de los conductos biliares del hígado.
    - 2º) Cirrosis biliar secundaria - resultado de una prolongada obstrucción de los conductos biliares o bien, de su estrechamiento o cierre.

    ¿Qué es el cáncer de conducto biliar (colangiocarcinoma)?
    Junto con los cálculos en la vesícula, el cáncer es la causa más común de obstrucción de los conductos biliares.
    La mayoría de cánceres hepáticos se convierte en la parte de los conductos que están fuera del hígado y se refieren a veces como tumores extrahepatic.
    La mayoría de los cánceres hepáticos son los adenocarcinomas que desarrollan de las células glandulares del conducto biliar.

    ¿Cuáles son los síntomas del cáncer de conducto biliar?
    A continuación, se enumeran los síntomas más comunes del cáncer de conducto biliar.
  • Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:
    - Ictericia - color amarillo de la piel y de los ojos.
    - Dolor abdominal.
    - Poco apetito.
    - Pérdida de peso.
    - Comezón.
    Los síntomas del cáncer de conducto biliar pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Consulte siempre a su médico para el diagnóstico.
    ¿Cómo se diagnostica el cáncer de conducto biliar?
    Además del examen físico y la historia médica completa, los procedimientos para diagnosticar el cáncer de conducto biliar pueden incluir los siguientes:
    - Ecografía (También llamada sonografía.) - técnica de diagnóstico de imágenes que usa ondas sonoras de alta frecuencia para crear una imagen de los órganos internos. Las ecografías se usan para visualizar los órganos internos del abdomen como hígado, bazo y riñones, y para evaluar el flujo sanguíneo a través de varios vasos.
    - Tomografía computarizada (También llamada escáner CT o CAT.) - este procedimiento de diagnóstico por imagen utiliza una combinación de tecnologías de rayos X y computadoras para obtener imágenes transversales (a menudo llamadas "rebanadas") del cuerpo, tanto horizontales como verticales. Una tomografía computarizada muestra imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo, incluidos los huesos, los músculos, el tejido graso y los órganos. La tomografía computarizada muestra más detalles que los rayos X regulares.
    - Colangiografía - examen de rayos X de los conductos biliares mediante una tintura de contraste intravenosa (su sigla en inglés es IV).
    - Biopsia del hígado - procedimiento en el que se toman muestras de tejido del hígado (con aguja o durante una operación) para examinarlas con un microscopio.
  • - Colangiopancreatografía endoscópica retrógrada (ERCP) - procedimiento que le permite al médico diagnosticar y tratar problemas del hígado, la vesícula biliar, los conductos biliares y el páncreas.
    El procedimiento combina los rayos X y el uso de un endoscopio ―un tubo largo y flexible que lleva una luz.
  • La extensión se guía a través de la boca y la garganta del paciente, luego a través del esófago, el estómago y el duodeno.
  • El médico puede examinar el interior de estos órganos y detectar cualquier anomalía.
  • Luego se pasa un tubo a través del endoscopio y se inyecta una solución de contraste que permite ver los órganos internos en una placa de rayos X.

    Tratamiento para el cáncer de conducto biliar:
    El tratamiento específico para el cáncer de conducto biliar será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
    Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
    Qué tan avanzada está la enfermedad.
    La causa de la enfermedad.
    Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
    Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
    Su opinión o preferencia.

El tratamiento puede incluir:
CirugíaLa cirugía puede ser necesaria para extirpar el tejido canceroso así como el tejido contiguo no canceroso.
La cirugía también puede ser utilizada para liberar un bloqueo en el conducto biliar. La cirugía también puede ser usada para paliar o aliviar los síntomas.

Radiación externa (radioterapia externa)
La radiación externa es un tratamiento que envía con precisión altos niveles de radiación directamente a las células cancerosas.
La máquina es controlada por el terapeuta de radiación.
Como la radiación se utiliza para matar las células cancerosas y para reducir tumores, se pueden utilizar escudos especiales para proteger el tejido que rodea el área de tratamiento.
Los tratamientos de radiación son indoloros y generalmente duran unos minutos. La radioterapia puede administrarse luego de la cirugía, para eliminar pequeñas áreas de cáncer que podrían no haberse visto durante la cirugía, o bien puede aplicarse en reemplazo de un procedimiento quirúrgico.
La radiación también se puede utilizar para atenuar (paliar) síntomas como dolor, sangrado u obstrucción.

Quimioterapia
La quimioterapia es el uso de medicamentos antineoplásicos para tratar las células cancerosas.
En la mayoría de los casos, la quimioterapia funciona interfiriendo en la capacidad de las células cancerosas de crecer o reproducirse.
Diferentes grupos de medicamentos funcionan de diversas maneras para combatir las células cancerosas.
El oncólogo recomendará un plan de tratamiento para cada paciente.

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Laboratorio de Análisis Clínicos en Huelva

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