Perfil hipertensión arterial - HTA


Exámenes de laboratorio

Se recomiendan los siguientes estudios de laboratorio básicos para todo paciente hipertenso:
- Hematocrito o hemoglobina.

- Iones- Sodio y Potasio.
- Creatinina sérica.

- Nitrógeno ureico. Es necesario en caso de insuficiencia cardíaca aguda).
- Potasio sérico (algunos expertos piden también sodio sérico, para la detección de hiponatremia, si la clínica la sugiere).
- Glicemia en ayunas y 2 horas postprandial.

- Test de tolerancia oral a la glucosa (TTG) podría ser necesario.
- Perfil lipídico:

Colesterol total/HDL
Triglicéridos (ayuno de 12-14 h)
Colesterol LDL
- Ácido úrico en especial si se trata de paciente varón o mujeres embarazadas.
- Examen general de orina (la "biopsia renal del pobre", según un viejo aforismo).
- Microalbúmina en orina si el examen general de orina no muestra proteinuria y se sospecha lesión renal por la cantidad y el tipo de factores de riesgo presentes (diabetes mellitus, por ejemplo).
- Otras pruebas de laboratorio deberán indicarse en situaciones especiales.


INTRODUCCIÓN
Pese a que la restricción de la ingesta de sodio es la medida dietética más comúnmente prescrita para el control de la hipertensión arterial (HTA), la importancia relativa de la sal en el desarrollo de HTA es tema tratado.

La hipertensión arterial es una condición médica caracterizada por un incremento continuo de las cifras de presión arterial por encima de 139/89 mmHg y considerada uno de los problemas más importantes de salud pública en países desarrollados, afectando a cerca de mil millones de personas a nivel mundial.
La hipertensión es una enfermedad asintomática y fácil de detectar, sin embargo, cursa con complicaciones graves y letales si no se trata a tiempo.
La hipertensión arterial, de manera silenciosa, produce cambios hemodinámicos, macro y microvasculares, causados a su vez por disfunción del mismo endotelio vascular y el remodelado de la pared de las arteriolas de resistencia, responsables de mantener el tono vascular periférico.

Estos cambios, que anteceden en el tiempo a la elevación de la presión, producen lesiones orgánicas específicas, algunas de ellas definidas clínicamente.
En el 90% de los casos la causa es desconocida por lo cual se le ha denominado "hipertensión arterial esencial", con una fuerte influencia hereditaria.

Ese porcentaje tan elevado no puede ser excusa para intentar buscar su etiología pues entre 5 y 10% de los casos existe una causa directamente responsable de la elevación de las cifras tensionales.
A esta forma de hipertensión se la denomina "hipertensión arterial secundaria" que no sólo puede en ocasiones ser tratada y desaparecer para siempre sin requerir tratamiento crónico, sino que además, puede ser la alerta para localizar enfermedades aún más graves de las que unicamente es una manifestación clínica.
La hipertensión es un factor de riesgo cardiovascular que no siempre se ha tenido en cuenta.
Además de que puede ser un factor para que exista un embarazo de alto riesgo.

Umbral de hipertensión
Se ha propuesto definir la hipertensión arterial como el nivel de presión que sea capaz de producir lesión cardiovascular en un paciente determinado.
Este umbral está por encima de 135/85 milímetros de mercurio (mmHg).
Por otra parte es obligatorio hacer una valoración global de riesgo para cada persona, enferma o no, para calcular las cifras de presión que deberían considerarse “seguras” para ella.
En síntesis, para cada paciente existiría una cifra umbral para diagnosticar “hipertensión”.

Dicho nivel estará dado por la evidencia científica disponible con relación a su perfil individual, en especial evidencia proveniente de estudios, observacionales, epidemiológicos o de experimentos clínicos controlados.
Recientemente el JNC 7 (The Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure) ha definido como prehipertensión a la presión arterial comprendida entre 120/80 mmHg y 139/89 mmHg.

La prehipertensión no es una enfermedad, sino una categoría que permite identificar personas con alto riesgo de desarrollar hipertensión.
Esta cifra puede variar de acuerdo al sexo y edad del paciente.
La lectura de la tensión sistólica tiene predominio sobre la diastólica después de los 50 años, siendo al revés previo a esa edad.

Antes de los 50 años de edad la presión arterial diastólica es un potente factor de riesgo de cardiopatía, mientras que la presión arterial sistólica lo es después de los 50 años de edad.

Ambiente
Algunos de los factores ambientales que contribuyen al desarrollo de la hipertensión arterial incluyen la obesidad, el consumo de alcohol, el tamaño de la familia, circunstancias de hacinamiento y las profesiones estresantes.
Se ha notado que en sociedades económicamente prósperas, estos factores aumentan la incidencia de hipertensión con la edad.

Sodio - Sal (condimento)
Aproximadamente un tercio de la población hipertensa se debe al consumo de sal, porque al aumentar la ingesta de sal se aumenta la presión osmótica sanguínea al retenerse agua, aumentando la presión sanguínea.

Los efectos del exceso de sal dietética depende en la ingesta de sodio y a la función renal.

Renina
Se ha observado que la renina, secretada por el riñón y asociada a la aldosterona, tiende a tener un rango de actividades más amplio en pacientes hipertensos.

La hipertensión arterial pero asociada a una baja de renina es frecuente en afroamericanos, probablemente explicando la razón por la que los medicamentos que inhiben el sistema renina-angiotensina son más eficaces en ese grupo de la población.

Resistencia a la insulina
En individuos normotensos, la insulina estimula la actividad del sistema nervioso simpático sin elevar la presión arterial,sin embargo, en pacientes con condiciones patológicas de base, como el síndrome metabólico, la aumentada actividad simpática puede sobreponerse a los efectos vasodilatadores de la insulina.
Esta resistencia a la insulina ha sido propuesta como uno de los causantes del aumento en la presión arterial en ciertos pacientes con enfermedades metabólicas.

Apnea durante el sueño
Síndrome de apnea-hipopnea durante el sueño.
La apnea del sueño es un trastorno común y una posible causa de hipertensión arterial.

El tratamiento de este trastorno por medio de presión aérea positiva continua u otros manejos, mejora la hipertensión esencial.

Genética
La hipertensión arterial es uno de los trastornos más complejos con un componente genético asociado a la aparición de la enfermedad.

Se han estudiado a más de 50 genes que podrían estar involucrados con la hipertensión.

Edad
Al transcurrir los años y según los aspectos de la enfermedad, el número de fibras de colágeno en las paredes arteriales aumenta, haciendo que los vasos sanguíneos se vuelvan más rígidos.

Al reducirse así la elasticidad, el área seccional del vaso se reduce, creando resistencia al flujo sanguíneo y como consecuencia compensadora, se aumenta la presión arterial.

Estudios epidemiológicos
Demuestran una relación directa entre consumo de sodio y cifras de presión arterial (PA), sin embargo, la respuesta de ésta a las variaciones de la ingesta de sodio no es homogénea.
En base a la diferente respuesta de la PA a las variaciones de la ingesta de sodio, los individuos hipertensos han sido clasificados como «sal sensibles»
(SS) o «sal resistentes» (SR).

Aunque esta clasificación de los hipertensos es motivo de discusión, hay estudios que demuestran diferentes perfil hemodinámico y neurohormonal entre ambos grupos y, lo que es más importante, hay diferencias en el daño orgánico y en la morbi-mortalidad cardiovascular entre los enfermos SS y SR7-12.

Dado el papel preeminente del riñón en el manejo de sodio a través de la curva presión natriuresis, muchos estudios se han polarizado en alteraciones hemodinámicas intraglomerulares y múltiples factores hormonales que, actuando en la hemodinámica renal y/o reabsorción-secreción tubular de sodio desplazarían la curva presión-natriuresis, dificultando la eliminación de una sobrecarga salina y promoviendo elevación de la PA6.
Estudios experimentales recientes implican al óxido nítrico (ON) en el manejo renal de sodio y en la sensibilidad a la sal en la HTA13-15.
En algunos estudios en HTA esencial en humanos, se ha mostrado, mediante cambios en el flujo del antebrazo a inhibidores de la ONS y cuantificación
de nitratos tras administración de L-(15N)2arginina, una disminución de la producción de ON16, 17.
Los efectos vasodilatadores renales y el aumento del GMP-c tras administración de L-arginina son menores en los enfermos con HTA esencial «sal sensibles»
que en los «sal resistentes»18.
Estos datos sugieren que en humanos el ON participa en el efecto presor de la sal.
En el presente trabajo se hace un estudio comparativo del perfil hormonal y la participación el ON entre enfermos con HTA «sal sensible» y «sal resistente
».


Tratamiento

El tratamiento de la hipertensión arterial está asociado con una reducción de la incidencia de derrame cerebral de un 35-40%, de infarto agudo de miocardio entre 20-25% y de insuficiencia cardíaca en más de un 50%.

Se indica tratamiento para la hipertensión a:
- Pacientes con cifras tensionales diastólicas mayores de 90 mmHg o sistólica mayores de 140 mmHg en mediciones repetidas.
- Pacientes con una tensión diastólica <89 mmHg con una tensión sistólica mayor de 160 mmHg;
- Pacientes con una tensión diastólica de 85 a 90 mmHg que tengan diabetes mellitus o con arteroesclerosis vascular demostrada.

Hábitos recomendables para hipertensos:
- Pérdida de peso en pacientes obesos.
- Limitación del consumo de licor y bebidas alcohólicas.
- Reducción de la ingesta de sal a no más de 2,4 gramos de sodio o 6 gramos de cloruro de sodio.
- Mantener una ingesta adecuada de potasio en la dieta.
- Mantener una ingesta adecuada de calcio y magnesio.
- Cesar el consumo de cigarrillos u otras formas de nicotina y cafeína.
- Hipertensión arterial estadio 2, con una presión arterial mayor de 160/100: combinación de dos fármacos, usualmente un diurético tiazida con un IECA, ARA-II, beta bloqueante o BCC.

Prevención

Dentro de las acciones preventivas para disminuir la hipertensión encontramos:
- El incremento de la actividad fisica aeróbica.
- Mantener un peso normal.
- Reducir al mínimo el consumo de alcohol.
- Consumir no más de 30 ml de etanol que equivale a 720 ml de cerveza (2 latas); 300 ml de vino (dos copas); 60 ml de whisky (un quinto del vaso), por día en los hombres y en las mujeres la mitad.
- Reducir el consumo de sodio, hacer la suplementación de potasio.
- Consumir una dieta rica en frutas y vegetales; lácteos bajos en grasa con reducido contenido de grasa saturada y total.
- Privarse de todo tipo de tabaco (cigarro, pipa, habano, etc.).
- Controlar la glicemia (si la persona padece diabetes).


Referencias:
José F. Guadalajara Boo. Jefe de Servicio Clínico. Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Programa de Actualización contínua para Cardiología, pp. p8.
Sociedad Española de la Hipertensión.
Harrison Principios de Medicina Interna 16a edición (2006). «Capítulo 230. Vasculopatía hipertensiva» (en español). Harrison online en español. McGraw-Hill. Consultado el 16 de junio de 2008.


--------------------------------------------------------------------------------

Laboratorio de Análisis Clínicos en Huelva

Hematología, Bioquímica, Estudios de coagulación, Estudios de orina y microbiología, Marcadores tumorales, Serologías, Fármacos, Autoinmunidad, Estudio de vitaminas, Análisis de sangre.