Anomalías en las glándulas tiroideas y pruebas analiticas.


Enfermedades de la tiroides

La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en el cuello, justo arriba de la tráquea.
Es una de las glándulas endocrinas que producen hormonas.
La glándula tiroides ayuda a establecer el metabolismo "forma en la cual el cuerpo obtiene energía de los alimentos que se ingieren".
Millones de personas tienen enfermedades tiroideas "la mayoría mujeres".
Si padece de una enfermedad tiroidea, su cuerpo consume la energía más lenta o más rápidamente de lo debido.

Las hormonas tiroideas regulan el metabolismo.

Hipotiroidismo.-
Subproducción de la hormona tiroidea, la glándula tiroides no es lo suficientemente activa.
Esta puede provocar que suba de peso, fatiga y dificultad para lidiar con las bajas temperaturas.

Hipertiroidismo.-
Sobreproducción de la hormona tiroidea, la tiroides es desmasiado activa, produce mas hormona tiroidea de la necesaria.
El exceso de hormona tiroidea puede hacerle bajar de peso, aumentar la frecuencia cardiaca y hacerlo muy sensible al calor.

Existen muchas causas para ambos cuadros.
El tratamiento involucra tratar de reajustar el metabolismo corporal hasta un índice normal.

Enfermedades de la tiroides

- Glándulas endocrinas
- Hipotiroidismo primario y secundario
- Relación cerebro-tiroides
- Glándula tiroides
- Bocio simple
- Cáncer tiroideo
- Carcinoma anaplásico de tiroides
- Carcinoma medular de tiroides
- Carcinoma papilar de la tiroides
- Hipertiroidismo
- Hipopituitarismo
- Hipotiroidismo
- Tiroiditis crónica (Enfermedad de Hashimoto)
- Tiroiditis silenciosa
- Tiroiditis subaguda

Instrucciones para el paciente

La glándula tiroidea está localizada en la parte frontal del cuello, justo bajo la laringe.
Esta glándula produce químicos (hormonas) que ayudan al control del metabolismo del cuerpo. La hormona tiroidea también se produce en respuesta a otra hormona secretada por la hipófisis.
Existen cuatro tipos principales de enfermedad de la tiroides:


- Hipertiroidismo: demasiada hormona tiroidea
- Hipotiroidismo: muy poca hormona tiroidea
- Enfermedad tiroidea benigna (no cancerosa)
- Cáncer de tiroides


Para información sobre los tipos específicos de enfermedades de la tiroides se puede ver uno de los siguientes documentos:

- Carcinoma anaplásico de la tiroides
- Tiroiditis crónica (enfermedad de Hashimoto)
- Bocio coloideo nodular
- Bocio congénito
- Bocio
- Hipertiroidismo
- Hipopituitarismo
- Hipotiroidismo
- Carcinoma medular de la tiroides
- Neoplasia endocrina múltiple (NEM) II
- Tiroiditis indolora (silenciosa)
- Carcinoma papilar de la tiroides
- Tiroiditis subaguda
- Cáncer de tiroides
- Bocio nodular tóxico

Muchas enfermedades y condiciones de la tiroides pueden causar estos desbalances en el organismo.


Algunas de las más frecuentes son las enfermedades del sistema inmunológico que puede producir anticuerpos contra la glándula tiroides.

Otras enfermedades son causadas por tumores (benignos o malignos) por infecciones en la tiroides (tiroiditis) o por falta de yodo en la dieta (bocio)
Se calcula que la mitad de los afectados permanecen sin diagnosticar a pesar de tener los síntomas típicos.
Si no son tratadas a tiempo éstas enfermedades pueden causar problemas cardiovasculares, infertilidad, osteoporosis, y daño a los órganos más importantes.
Cuando son tratados adecuadamente, los pacientes con desórdenes de la tiroides pueden llevar una vida normal y activa.

Exámenes de Diagnóstico

Pruebas de laboratorio.-


Existen diversas pruebas de laboratorio, que permiten evaluar el funcionamiento de la glándula tiroides.

Hormona TSH

Es importante examinar la tiroides durante el embarazo

Normalmente, la glándula tiroides depende de otra glándula hormonal, llamada hipófisis.
La hipófisis produce una hormona llamada TSH (hormona estimulante de la tiroides, en inglés).
Esta hormona circula por la sangre, llega a la glándula tiroides, y la estimula para que inicie su producción de hormonas:

- T4
- T3.


Esta relación entre hipófisis y tiroides es fundamental para la adecuada producción de hormona tiroidea.
Para evaluar el funcionamiento de la glándula tiroides, es posible medir, en sangre, las hormonas que hemos mencionado " T3, T4 y TSH".

De ellas, la hormona TSH es quizás la más importante, porque es más sensible y brinda información más temprana de cualquier mal funcionamiento de la glándula tiroides.
Normalmente, un nivel de TSH elevado en sangre indica que la glándula tiroides está fallando
(
hipotiroidismo primario).
En ese caso, la glándula tiroides no produce suficiente hormonas, la hipófisis detecta esa falla, y de esa forma incrementa la producción de TSH para estimularla a producir más hormonas.

Un nivel de TSH bajo o indetectable indica que hay un exceso de hormona tiroidea en la circulación (
hipertiroidismo).
En estos casos, la hipófisis detecta el exceso de hormonas, y para que la producción no siga en aumento, deja de estimular a la glándula tiroides.

Esto lo logra al disminuir los niveles de TSH.
En algunos casos más raros, puede darse hipotiroidismo con TSH normal o bajo.

En esos casos, la falla no se da directamente en la glándula tiroides sino en la hipófisis (hipotiroidismo secundario)

Hormonas T4 y T3

Los niveles de T3 y T4 pueden también determinarse en laboratorio.

De ellos, existen dos formas:
- Los niveles totales
- Los niveles libres (son mejores que los niveles totales)

La determinación de esas hormonas dependerá de la indicación médica según el caso específico.
No obstante, se debe mencionar que los niveles totales de hormonas tiroideas son menos sensibles porque en esa determinación se engloban, en un sólo valor, las hormonas tiroideas libres y las hormonas tiroideas unidas a proteínas.
Alteraciones en las concentraciones de proteínas pueden alterar el resultado y falsamente hacer pensar en que existe un problema tiroideo cuando quizás no lo hay.

Las hormonas tiroideas, al igual que otras hormonas y medicamentos, circulan en la circulación en dos formas: libres y unidas a proteínas.
Las últimas no tienen un efecto biológico hasta que se liberan de las proteínas.
Estas, por lo tanto, tienen función de transporte y de almacenamiento temporal de las hormonas. Una fracción muy baja (menos de un 1%) de la hormona tiroidea es la libre, y es la que penetra en los tejidos para dar su efecto.
Cuando se determina niveles totales de T3 y T4 se está incluyendo toda la hormona tiroidea circulante:
- hormona activa
- hormona en ese momento no activa.

Si hay mucha proteína circulante, va a captar más hormona tiroidea, pero que no está siendo activa en ese momento.
El nivel de hormona libre se mantiene normal, pero el reporte de laboratorio indicaría exceso de hormona tiroidea (mucha hormona unida a proteínas eleva el total).
alsamente se puede pensar en un exceso hormonal, cuando no lo existe en realidad.
Algunas condiciones que pueden elevar los niveles de hormona tiroidea total en ausencia de hipertiriodismo son, por ejemplo:
- anticonceptivas
- estrógenos
- embarazo, etc.

Por consiguiente, la medición de hormona libre es más exacta, y permite evitar esas falsas elevaciones o disminuciones de hormona total, que podría inducir a un error diagnóstico.

Otras pruebas de laboratorio que son útiles en el seguimiento de algunas enfermedades tiroideas son:

Los anticuerpos antitiroideos (antimicrosomales y antitiroglobulina).

Son anticuerpos que “atacan” la tiroides, y se elevan en forma importante en enfermedades inmunológicas, como la tiroiditis crónica.
La tiroglobulina.
Es una substancia producida exclusivamente por la glándula tiroides.
En casos de pacientes tratados por cáncer de tiroides (en quienes se elimina totalmente la glándula por cirugía y posteriormente por aplicación de yodo radioactivo), la tiroglobulina se convierte en un marcador de crecimiento tumoral.
Si la glándula tiroides es eliminada, los niveles de tiroglobulina desaparecen.
Si empiezan a elevarse, puede ser indicación de que hay tejido tiroideo tumoral creciendo localmente en cuello o a distancia (metástasis)

Otros estudios que pueden ser útiles en la evaluación tiroidea son:

Ultrasonido de tiroides

El ultrasonido se ha ubicado, junto con las pruebas de laboratorio, en la prueba más importante para iniciar la evaluación de la glándula tiroides.
Es una prueba indolora, en la cual se utilizan ondas de ultrasonido (no se utiliza radiación), por lo que se puede utilizar a cualquier edad, e incluso en mujeres embarazadas.
El ultrasonido permite evaluar aspectos tan diversos como:
- Ubicación de la glándula.
- Tamaño.
- Relación con estructuras vecinas del cuello: arterias carótidas, tráquea, etc.
- Características del parénquima (tejido) tiroideo.
- Características del flujo sanguíneo tiroideo (doppler)
- Presencia o no de lesiones nodulares, quísticas o mixtas.
- Presencia o no de adenopatías (ganglios) en cuello.
- Otras caraterísticas.
También, el ultrasonido permite evaluar si existe algún tipo de lesión sospechosa, que deba ser sometida a biopsia por aspiración con aguja fina. Este procedimiento se puede realizar mediante la guía ultrasonográfica.
Es decir, el médico que realiza el procedimiento puede observar el trayecto de la aguja, para estar seguro de que la muestra fue tomada de la zona que se quiere estudiar.
El procedimiento, entonces, es más exacto, preciso y de mayor comfort para el paciente.
También, el procedimiento dura menos, al llegar directamente a la zona afectada.
Y, el procedimiento también es más seguro, al evitarse la punción de estructuras vecinas (como las arterias carótidas o venas yugulares, por ejemplo)

Biopsia por aguja fina

Cuando se encuentra alguna lesion sospechosa, que se quiere estudiar, por lo general ya no es necesario someter a los pacientes directamente a una cirugía.
En la mayoría de los casos se puede realizar la biopsia por aspiración con aguja fina.
Este es un procedimiento para el cual la persona no requiere preparación alguna (ayuno, etc).
El médico observa mediante ultrasonido el área, y posteriormente limpia el cuello con algún agente antiséptico.
Posteriormente, coloca gel estéril en la zona y cubre el transductor del ultrasonido con material estéril.
A continuación, el médico, asistido por un ayudante, introduce una aguja fina estéril en la zona, y mediante el uso de ultrasonido, observa el trayecto de la misma hasta llegar a punzar la lesión que desea estudiar. Una vez allí, aspira para obtener material y células le esa lesión.
La aguja, una vez obtenido el material (en pocos segundos, usualmente unos 5 a 10 segundos), es retirada.
El material es colocado en láminas de vidrio, extendido y fijado.
El paciente regresa de inmediato a sus labores cotidianas.
Las láminas son enviadas al médico citopatólogo, quien las tiñe, las observa al microscopio y brinda su informe final.
En la mayoría de los casos, es posible obtener un diagnóstico definitivo.
En un porcentaje bajo, el diagnóstico puede ser indeterminado o sospechoso, y en otro porcentaje bajo, la muestra puede ser inadecuada (se obtiene únicamente sangre, no se observan células foliculares tiroideas, o no se obtiene suficiente cantidad de esas células).
Si la muestra es inadecuada o insuficiente, se procede a repetir el procedimiento.
En los casos en que exista sospecha o diagnósticos definitivos de malignidad, se procede a remitir al paciente al cirujano.
La biopsia por aguja fina raramente tiene complicaciones.
Ha logrado disminuir en forma importante las cirugías tirideas innecesarias.
Y, quienes son sometidos a cirugía luego de una biopsia por aspiración con aguja fina, tienen un diagnóstico más certero y usualmente el cirujano ya sabe a qué se enfrenta.

La gammagrafía tiroidea


Para realizar la gammagrafía de tiroides, se utiliza una dosis baja de medio radioactivo que es captado por la tiroides.

De esa forma, es posible obtener una imagen de la glándula.
El estudio puede indicar si la glándula toma el medio radioactivo en forma uniforme o no.

También puede indicar si la glándula torma el medio radioactivo en forma normal, si no lo toma del todo o muy escasamente, o si lo toma en forma muy intensa.
También puede indicar si existe algún nódulo que se comporte en forma diferente al resto de la glándula. Otro dato que puede brindar el gamma es la ubicación, forma y tamaño de la glándula.
En algunos casos aparecen nódulos que captan la radioactividad en forma normal, intensamente o muy pobremente.
Así, si el nódulo o tumor es “frío”, no capta la radioactividad.

En la imagen aparece una zona “en blanco” en la tiroides.
Un porcentaje pequeño de los nódulos fríos pueden ser malignos.
Si el nódulo es “caliente” capta más la radioactividad que el resto de la glándula.

Prácticamente ningún nódulo caliente es maligno.
Si el nódulo capta la radioactividad igual que el resto de la glándula, es “isocaptante”-

La posibilidad de malignidad es baja.
Si bien la gammagrafía es un método diagnóstico útil, en la evaluación inicial de nódulos con sospecha de malignidad, la información que brinda no es tan importante como la que brindan el ultrasonido y la biopsia por aspiración con aguja fina.

Es por ello que la gammagrafía ya no es una prueba de primera línea para todo paciente con enfermedad tiroidea.
Su uso debe ser más restringido, y para procesos muy específicos como nódulos hiperfuncionantes (“calientes”), en la evaluación de recidivas tumorales, y en otros procesos a criterio médico.


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Laboratorio de Análisis Clínicos en Huelva

Hematología, Bioquímica, Estudios de coagulación, Estudios de orina y microbiología, Marcadores tumorales, Serologías, Fármacos, Autoinmunidad, Estudio de vitaminas, Análisis de sangre.