Alcoholismo, pruebas analiticas y tratamiento.
Se entiende por alcoholismo aquella situación resultado de un consumo excesivo de alcohol, existiendo además una dependencia de las bebidas alcohólicas.
El alcoholismo, también conocido como dependencia alcohólica, puede considerarse como una enfermedad con repercusiones físicas, psicológicas y sociales.
Las personas afectadas por esta enfermedad presentan:
Dependencia física.-
Síndrome de abstinencia, con la aparición de náuseas, sudoración, agitación y ansiedad cuando el paciente deja de beber.
Tolerancia.-
Necesidad de beber cantidades cada vez más importantes de alcohol para conseguir los mismos efectos.
Necesidad imperiosa de consumo de alcohol.-
Urgencia para beber alcohol
Pérdida del control.-
Imposibilidad de poner fin al consumo de alcohol una vez se ha empezado a beber.
Según fuentes del National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA), aproximadamente un 20% de los pacientes que acuden a las consultas médicas refiere beber de manera peligrosa o a unos niveles que suponen un riesgo para la salud.
Estos individuos tienen riesgo de desarrollar en consecuencia problemas derivados del consumo de alcohol.
El NIAAA establece el riesgo de consumo de alcohol mediante unos patrones estándar de consumo diario o semanal; así, una bebida estándar equivale a 400 ml de cerveza, 165 mL de vino o 50 ml de licores de alta graduación.
En los hombres la conducta de riesgo se alcanza con 5 ó más bebidas estándar por día o bien con 15 ó más por semana, mientras que en mujeres el equivalente sería de 4 ó más por día o bien 8 ó más por semana.
No obstante, cada persona responde de distinta manera al alcohol, pudiéndose afectar la respuesta en función de la edad, el peso, la talla, el estado de salud y de la toma de medicamentos.
En algunos individuos, incluso cantidades menores de alcohol pueden ya originar problemas graves de salud.
Como no se conoce un nivel de consumo de alcohol que sea totalmente seguro en embarazadas, se recomienda a todas aquellas mujeres que prevean concebir un hijo o que ya estén embarazadas que se abstengan de beber bebidas alcohólicas.
Principales riesgos para salud.-
El consumo de alcohol incluyen enfermedades hepáticas, cardíacas, algunas formas de cáncer, pancreatitis y trastornos del sistema nervioso.
Estas alteraciones se van instaurando de manera progresiva y sólo son evidentes después de haber bebido de manera acusada durante un tiempo prolongado.
El hígado es particularmente vulnerable a las enfermedades relacionadas con el consumo pronunciado de alcohol, apareciendo característicamente una hepatitis alcohólica (inflamación) o una cirrosis (cicatrización del tejido hepático).
Las mujeres suelen ser más sensibles a los efectos del alcohol y pueden desarrollar problemas de salud derivados del alcohol más precozmente que los varones, e incluso bebiendo cantidades menores.
La toma de bebidas alcohólicas en embarazadas puede conducir a abortos espontáneos y a malformaciones de órganos (cerebro y corazón) en recién nacidos.
Se estima que aproximadamente nacen cada año unos 40.000 bebés con algún grado de lesión relacionada con el alcohol.
Los entendidos en el tema han definido incluso un segundo tipo de problema (abuso de alcohol) diferenciado del alcoholismo propiamente dicho.
La diferencia estriba en que aquellos que abusan del alcohol no presentan de manera tan exagerada una necesidad tan imperiosa de consumir alcohol, ni tampoco una pérdida total del control sobre el consumo de bebidas alcohólicas ni una dependencia física.
Sin embargo, las personas que abusan del alcohol también pueden desarrollar síntomas físicos relacionados con el alcoholismo, y por tanto padecer sus efectos.
El abuso de alcohol se define como un patrón de consumo de alcohol que se produce en situaciones características o concretas, como puede ser la incapacidad de cumplir con obligaciones laborales, escolares o familiares, o presentar problemas legales recurrentes por consumo de alcohol, como pueden ser sanciones o arrestos por conducir bajo los efectos del alcohol.
Pruebas relacionadas.-
No existen pruebas de laboratorio definitivas que pueden ser utilizadas para identificar el alcoholismo.
Tanto el abuso de alcohol como la dependencia al mismo suelen diagnosticarse mediante encuestas poblacionales.
Estas encuestas constituyen herramientas cuidadosamente seleccionadas y utilizadas en multitud de estudios.
Varían desde una simple pregunta sobre el número de días que la persona ha consumido alcohol de manera importante durante el último año (más de 5 bebidas en los hombres, 4 para las mujeres) hasta formularios que incluyen 10 preguntas.
Una de estas encuestas pregunta al individuo si alguna vez se ha planteado acabar con el consumo de alcohol, si le ha molestado que otros le critiquen por consumir alcohol, si se ha sentido culpable por beber alcohol o si ha recurrido a la toma de bebidas estimulantes para contrarrestar la "resaca".
Las pruebas de laboratorio.-
Pueden utilizarse para detectar si existe un consumo crónico de alcohol o si se han producido recaídas en personas que niegan consumir alcohol, además de ser útiles para evaluar la función de los órganos principalmente afectados, las pruebas incluyen:
Gamma-glutamil transferasa (GGT),
Una enzima hepático que aumenta ante consumos de alcohol importantes, aunque también en muchas otras circunstancias que pueden afectar al hígado.
Volumen corpuscular medio (VCM),
Que mide el tamaño de las células rojas de la sangre; normalmente solicitado formando parte de un estudio hematológico completo; el VCM puede ir aumentando a lo largo del tiempo en bebedores importantes pero también puede aumentar como consecuencia de otras situaciones.
Estudio metabólico completo .-
Son grupos de pruebas utilizadas para evaluar las funciones de distintos órganos- y pruebas de función hepática.
Transferrina deficiente en carbohidratos (TDC),
Proteína implicada en el transporte del hierro en la sangre;
la TDC es una prueba relativamente reciente, utilizada a veces para identificar consumos crónicos y pronunciados de alcohol.
Tratamiento.-
El tratamiento se fundamenta esencialmente en aconsejar al paciente y en ayudarle en su empeño de abandonar el consumo de alcohol.
Los pacientes deben ser conscientes de que presentan un problema con la bebida y han de estar convencidos de la necesidad de dejar de beber.
Una vez han tomado la decisión, los pacientes pueden controlarse en un centro específico de tratamiento mientras se van rehabilitando.
El centro y/o el médico aconsejan al paciente en todo momento, animándole y ayudándole a superar los primeros síntomas que aparecen después del abandono del alcohol.
En algunas ocasiones se emplean medicaciones como benzodiacepinas durante períodos de tiempo cortos (como Valium) para atenuar algunos de los síntomas que se presentan a consecuencia de la dependencia alcohólica.
Fármacos.-
La FDA (Food and Drug Administration - equivalente de la Agencia del Medicamento) ha aprobado el uso de tres medicamentos para ayudar a los pacientes a que persistan en su afán de abandonar el alcohol:
1º) Disulfiram
Hace que se presenten síntomas desagradables como náuseas, vómitos y rubores si el paciente consume cualquier cantidad de alcohol, por pequeña que sea.
2º) Naltrexona
Anula la sensación de bienestar que genera el hecho de beber en una persona, si bien puede causar síntomas de abstinencia especialmetne en individuos que consumen y que presentan dependencia a opiáceos.
3º) Acamprosato
Ayuda a reducir el deseo irrefrenable de consumir alcohol.
Todos estos medicamentos deben de utilizarse conjuntamente con la ayuda, el consejo y el soporte médico.
Estos fármacos se prescriben a algunos pacientes que desean abstenerse del consumo de alcohol pero que necesitan un refuerzo o ayuda.
Del mismo modo que no existe una prueba para detectar o para el diagnóstico del alcoholismo, tampoco existe un tratamiento que permita tratar a todos los pacientes.
Debe recordarse que se está ante una situación que no es fácil de resolver, de tal modo que muchos pacientes recaerán y volverán a beber antes de conseguir una total abstinencia al alcohol.
Algunas de las lesiones causadas por el alcohol pueden resolverse, pero otras pueden ser irreversibles.
Pacientes y médicos deben trabajar conjuntamente y durante años para conseguir y asegurar una abstinencia alcohólica total, a la vez que se intentará corregir las posibles complicaciones orgánicas derivadas del consumo de alcohol.
NB.- Seria recomendable pasarse a la cerveza sin alcohol.
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Laboratorio de Análisis Clínicos en Huelva
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